Reflexionar, descansar y escribir


Es extraordinariamente fácil sentirse abrumado y ahogarse debajo de las fechas límites, las fechas de entrega y los planes de estudios en cualquier universidad. Reservar tiempo para reflexionar o para respirar un suspiro de alivio ha sido un componente esencial de mi vida en Princeton. Escribir en mi diario me ha ayudado a través de mi viaje académico y podría decir que es tan gratificante como entregar las tareas. Por escribir en mi diario, he crecido no solo como una persona sino también como un estudiante.

Crecimiento personal

A veces mis anotaciones en el diario estrictamente siguen un tema de escritura; por ejemplo me pregunta cuántas tazas de agua he bebido hoy o si he elogiado a alguien o a mí misma. Otras veces yo escribo libremente con la intención de “desempacar” lo que había pasado durante la semana. Este periodo de reflexión me permite relajarme después de una semana llena con días felices, sustancia y crecimiento. Me parece que cuando reservo tiempo para escribir en mi diario los fines de semana, estoy más dispuesta para empezar la próxima semana porque ya me había reflexionado en los desafíos de la semana pasada. Esta actividad de reflexionar a veces resultaría en más confusión, pero también en un sentido de resolución o algo en que se puede enfocar mientras avanza la semana. Sin embargo, continúo creciendo y desarrollándome a pesar de los altibajos.

La ventaja académica

Escribir en mi diario aun me ha apoyado durante el proceso de escribir mi junior paper. Una vez, un consejero recomendó que yo escribiera mis reacciones ante los textos o los eventos sociales que tenían que ver con mi junior paper pero que no eran suficientemente importante para incluir en el trabajo académico. Estas reflexiones me dan el espacio para escribir sin la presión para meticulosamente escoger las palabras que me hacen parecer más intelectual. Cuando puedo libremente desarrollar mis ideas y ponerlas en conversación con eventos actuales, entonces es más fácil escribirlas en el papel.

Personalmente utilizo mi diario para despejar mi mente y crear espacio para otros pensamientos. ¿Qué haces para relajarte después de una semana de estrés? Te aliento a encontrar una actividad que te permita expresarte libremente y auténticamente. Te recomiendo que sea algo que puedas hacer con los demás o por ti mismo, ¡cada día o cada semana!

Traduccido por/Translated by Kevin Yeung

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Guía de la llegada al campus: escrita por un estudiante internacional


No hace mucho, yo mismo era un estudiante internacional de primer año que estaba super emocionado por Princeton, pero al mismo tiempo tenía un montón de preguntas sobre la llegada al campus. Me cuestionaba si tendría que abrir una cuenta bancaria y ¿dónde compraría materiales escolares? y ¿qué tipo de contratos de telefonía móvil se ofrece en los Estados Unidos? Para ayudar a los estudiantes internacionales entrantes con su transición a una universidad americana, decidí crear esta guía de cuatro pasos según mis propias experiencias.

Primer paso: abrir una cuenta bancaria

Conseguir una tarjeta de débito es sumamente importante para pagar los gastos, y tener una cuenta bancaria americana facilitará el proceso de recibir y enviar dinero internacionalmente. Además, es una buena idea porque te permite fomentar una relación fuerte con un banco particular y eventualmente conseguir una tarjeta de crédito con esta confianza mutua. Recuerda que tienes que acumular el crédito antes de que puedas solicitar una tarjeta de crédito. Personalmente, te recomiendo hablar con un banquero de PNC Bank, que está ubicado en frente de la universidad.

Segundo paso: obtener una tarjeta SIM

Es crucial que tengas un número de teléfono americano y también un contrato de telefonía móvil. Cuando estás en el campus, es cierto que no necesitas un plan con datos celulares porque puedes usar el Wi-Fi de la universidad. Sin embargo, en el momento que te vayas del campus para visitar la ciudad de Nueva York y no tengas acceso a Internet, te vas a arrepentir. Si tienes algunas dudas con escoger una compañía telefónica, Verizon, AT&T y Mint son opciones excelentes. Y mantén los ojos abiertos por la orientación internacional cuando esas compañías vienen al campus para establecer las cuentas telefónicas.

Tercer paso: buscar accesorios de dormitorio

Aunque la mayoría de los estudiantes domésticos pueden llevarse con ellos materiales esenciales de sus casas, los estudiantes internacionales básicamente empiezan con nada. No es necesario comprar muebles grandes como los bastidores de cama ni los armarios, ya que la universidad provee todo eso. Desafortunadamente, sí tienes que comprar almohadas, las sábanas, quizás un espejo, los artículos de papelería, etcétera. Hay dos lugares donde puedes encontrar estos accesorios de dormitorio. Si prefieres comprar por conveniencia, te recomiendo ir al U-Store, que está ubicado en el campus; si quieres más libertad creativa para diseñar tu dormitorio, puedes ir al Target.

Cuarto paso: prepararse para las clases

Con un teléfono móvil, una tarjeta de débito, y un dormitorio amueblado, ¡estás listo/a para empezar tu carrera universitaria! Para prepararte para las clases, es una buena idea familiarizarte con los títulos de los libros de texto requeridos para comprarlos en la librería local, Labyrinth. También siempre puedes sacar libros prestados de la biblioteca de Firestone si están disponibles. A veces, los profesores aún cargan y comparten versiones digitales de las lecturas.

Aquí te he presentado algunos consejos que he aprendido como estudiante internacional en Princeton. Entiendo que mudarte a otro país parece algo desalentador, pero con esta guía y el apoyo que vas a recibir durante la orientación internacional, ¡Princeton va a parecer como tu segundo hogar en poco tiempo!

Traduccido por/Translated by Kevin Yeung

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El centro de la comunidad


Cuando llegué a la universidad, una de las dificultades con que me confrontaba era acostumbrarme al plan de comidas del campus. Durante la escuela secundaria, comía el desayuno al mismo tiempo cada día en mi cocina antes de irme, el almuerzo cuando la campana de la escuela repicaba y la cena a las seis cada noche con mis padres; pero en Princeton, me di cuenta de que no solo sería necesario cambiar mi dieta, sino también tendría que adoptar un horario alimenticio más flexible.

Princeton facilitó que esta transición fuera posible. Los comedores ofrecen horarios convenientes: antes de la pandemia de COVID-19, operaban de 7:30 a 11:00 para el desayuno, de 11:30 a 14:00 para el almuerzo y de 17:00 a 20:00 para la noche. Durante los fines de semana, en vez de servir el desayuno y almuerzo durante las horas ordinarias, operaban de 10:00 a 14:00 para el brunch (salvo un comedor que ofrecía el desayuno durante las horas tempranas). También, el plan de comidas sin límites te permitía entrar al comedor tantas veces como quieras. Recuerdo ir al comedor durante varias mañanas para comer avena antes de asistir a mi clase a las nueve de la mañana (una de las pocas clases que toman lugar durante este tiempo -- ¡la mayoría empiezan a las diez o más tarde!) y entonces vuelvo allá para hacer mi propio gofre.

Si tu horario está en conflicto con las horas tradicionales de los comedores, el campus provee un plan alternativo (y muy popular) que se llama “Late Meal.” Disponible para todos los estudiantes que compraron un plan de comidas sin límites, Late Meal ocurría dos veces cada día, desde las 14:30 a las 15:35 y otra vez desde las 20:30 a las 22:00. Cada estudiante recibía un saldo a favor fijado para cada Late Meal, lo que se puede canjear por meriendas empaquetadas como un té helado o una bolsa de papas o aun comida a la parrilla, como las quesadillas, hamburguesas, o los dedos de pollo con papas fritas. Solía asistir a Late Meal incluso cuando no faltaba al almuerzo ni a la cena, a veces solo para recoger algunas meriendas para algún tiempo más tarde.

Los comedores del campus quizás estén en el centro de la comunidad para los estudiantes. Disfrutar la comida en los comedores con viejos amigos y los nuevos siempre es una evasión bienvenida de la tarea, y la mayoría de las veces, se suponía que las cenas durarán veinte minutos más o menos, pero terminaban unas horas después cuando más amigos nos juntaban. En particular, Late Meal era el lugar más popular para reunirse para los estudiantes del primer y segundo año; para mí, era un periodo de relajamiento después de las clases en lo que podía pasar el rato comiendo una pizza y bebiendo refrescos con los amigos.

Tal vez ya hayas notado que la mayoría de este blog está escrito en tiempo pasado, ya que los protocolos de COVID-19 han cambiado dramáticamente la manera en que funcionan los comedores en campus. Para proteger la salud y la seguridad de los estudiantes y los trabajadores de Princeton, han reducido el número de opciones en los comedores, han abreviado los horarios y han eliminado Late Meal temporalmente. Sin embargo, los comedores del campus y su personal están laborando incansablemente para ofrecer más diversidad en lo que sirven y asegurar que los estudiantes tienen suficientes asientos para sentarse y comer. La calidad de vida ha empeorado durante este periodo de tiempo, y Princeton no es la excepción, pero la universidad está luchando para preservar nuestras experiencias más importantes.

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Cinco trabajadores de los comedores del campus están detrás de la cubierta listos para servir comida.

Traduccido por/Translated by Kevin Yeung

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¿Tengo todo lo que necesito?


Como la mayoría de los estudiantes de primer año, empacar para la universidad por la primera vez me hizo nerviosa y emocionada. Me parece que yo nunca había comprado tanto como ese verano antes de mi primer año. Tenía una lista interminable de preguntas que continuaban creciendo cada día hasta la fecha de entrada. ¿Tuve todo lo que necesitaría? ¿Me olvidaría de algunas cosas esenciales por accidente? ¿Cuántas veces iría a Target u ordenaría en el sitio web de Amazon para comprar lo que inevitablemente había omitido en mi lista?

Afortunadamente, empacar para el viaje a Princeton será más y más fácil a medida que te acostumbres a la vida en el campus. En este blog, te presento una guía para que sepas lo que debes traer a Princeton.

Las sábanas de tamaño Twin XL

Es importante que las sábanas queden bien sobre la cama proveída por Princeton. Tengo unos juegos de sábanas diferentes, y trato de cambiarlos con frecuencia.

El sobrecolchón y protector

Las camas de cualquier universidad casi nunca son cómodas. Por eso, tengo una placa de espuma viscoelástica, lo que me permite disfrutar el sueño de la calidad más alta. Es tan blando que decidió comprar otro para mi cama en el hogar. Un protector de colchón también es importante porque asegura la limpieza de ello y crea una barrera que previene el acceso de los alérgenos y los bichos.

El material escolar

En la escuela secundaria, los maestros me informan lo que necesito para el año escolar, usualmente antes del primer día de clases. Pero ahora, los estudiantes universitarios tienen la libertad para decidir. Trato de compilar algunos cuadernos y carpetas antes del comienzo del semestre para tener por lo menos las cosas básicas y poder empacar la mochila de antemano.

El portátil

Los estudiantes universitarios no pueden sobrevivir sin sus portátiles, así que necesitas uno que satisface tus deseos. De hecho, Princeton subvenciona un programa, que se llama Student Computer Initiative (SCI), donde puedes comprar un portátil de alta tecnología a un precio reducido.

Los suministros del lavado de ropa

No es muy divertido, pero los estudiantes universitarios tienen que lavar su propia ropa. Te recomiendo traer un cesto para la ropa sucia y un montón de detergentes. ¡Afortunadamente, los lavaderos son gratis en Princeton!

Las decoraciones

¡La mejor parte de este proceso es decorar tu dormitorio! Encontré varias obras de artes para las paredes, los que incluyen marcos con citas inspirantes y un tapiz floreado. Las decoraciones hacen que mi dormitorio parezca como mi propio espacio.

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Un dormitorio con decoraciones

Traduccido por/Translated by Kevin Yeung '23

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Princeton: Un pueblo idílico


No sabía mucho sobre el pueblo de Princeton la primera vez que llegué al campus. Con los años, exploraba más allá de las puertas de FitzRandolph y como resultado, tenía más oportunidades para interactuar con la comunidad local y el paisaje bello. Ya que cuenta con la atmósfera animada de la calle Nassau y la recolección de manzanas en Terhune Orchards, el pueblo idílico de Princeton es un tesoro pasado por alto a menudo.

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Students walking through the town of Princeton

Transicionar de Tegucigalpa -- la capital bulliciosa de Honduras -- hasta al pueblo de Princeton fue un shock real. Aunque necesitaba un coche para vivir en Tegucigalpa, es muy fácil navegar Princeton a pie o en bici, o si quisiera por los autobuses de Tiger Transit. La universidad provee este servicio de transporte para que los estudiantes exploren el pueblo. Hay un montón de actividades en las que los estudiantes pueden participar. A mí me gusta ir de compras al Princeton Shopping Center, caminar al Nomad Pizza para comer la mejor pizza en este pueblo y ver las películas en el Garden Theater en particular. Cuando yo quiero entrar en contacto con la naturaleza, visito Lake Carnegie, que está ubicada en la zona sur del campus. El lago es absolutamente bello, así que frecuentemente salgo a correr allá y también he alquilado un kayak por un día antes.

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Students rowing on Lake Carnegie

Yo quizás describo a Princeton como un pueblo universitario dado que los estudiantes son miembros vitales quienes están incorporados en la comunidad local. Hay un evento anual que se llama Communiversity en el que las artistas, los mercantes y las organizaciones sin fines de lucro locales se coordinan con los clubes estudiantiles para reunirse enfrente de la universidad. Mis amigos y yo siempre esperamos por ese evento porque disfrutamos la comida y el entretenimiento en vivo. Estoy seguro de que cuando me gradue, no solo voy a echar de menos al campus sino también el pueblo. Por eso, trato de aprovecharme cada oportunidad para explorar las áreas alrededor del campus. Tengo que confesar que cuando decidí a solicitar a Princeton, opinaba que la ubicación geográfica era mundana y aburrida, pero mi experiencia aquí ha refutado mis suposiciones iniciales.

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The town of Princeton community celebrating Communiversity

En serio, este pueblo está lleno de sorpresas y paisajes hermosos que ningún estudiante de Princeton no debe dejar pasar.

Traduccido por/Translated by Kevin Yeung '23

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Regresar al campus


Nota del editor: La universidad de Princeton les invitó a los estudiantes al campus para el semestre primaveral en el año 2021 bajo un modelo híbrido que cumple con las obligaciones del CDC y el consejo del departamento de salud de Nueva Jersey por igual. En este blog, nuestros escritores reflexionan sobre sus decisiones con respecto al regresar al campus.

Grady

Como un estudiante de primer año, tenía que considerar los pros y los contras de regresar al campus. Pasé el primer semestre en Chicago con unos compañeros, y aunque lo disfruté, no era lo mismo que un semestre normal. Casi nunca pasaba el tiempo con otros estudiantes, salvo mis compañeros de cuarto; no parecía como un miembro de una comunidad universitaria. A menudo me sentía aislado del resto de Princeton. Esa fue la razón principal por la que vine al campus. Aunque los requisitos de distanciamiento social han limitado mis interacciones con los demás, hay algunas cosas que puedo hacer -- ir a la biblioteca, vivir en una residencia con otros estudiantes de primer año, conocer el campus que será mi hogar por los próximos tres y medio años -- que no podría replicar en la casa.

Por supuesto, no significa que la decisión fue fácil. Reconozco que el ámbito social no será lo mismo durante un año poco convencional y que me sentirá aislado en mi dormitorio. Sin embargo, por último, decidí ir al campus para percibir el sentimiento de pertenencia. No quería ser cualquier estudiante que tomaba sus clases en Princeton sino un estudiante de Princeton verdadero.

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Lake Carnegie al anochecer

Mallory

Cuando Princeton anunció en noviembre que el universitario invitaría a todos los estudiantes al campus, supe que regresará sin ninguna duda. Desde marzo, sumamente echaba de menos la oportunidad para pasar tiempo con mis amigos de Princeton y el privilegio de vivir independientemente. Sería posible que mi razonamiento haya sido diferente, o sea, más complicado, si fuera en las etapas iniciales de mi educación universitaria. Pero ya que soy un estudiante de cuarto año, sé que atesoraría mi último semestre si estuviera físicamente en la universidad.

Antes de llegar, yo sé que el campus sería muy diferente. Como un estudiante de cuarto año, finalmente consiguió un dormitorio grande y bello a través del proceso de la asignación de habitaciones, pero no puedo compartir el espacio con otros compañeros con la libertad que apreciaba en los años anteriores. Los once clubes de comidas hicieron la decisión de cerrar por la duración de este semestre, así que ahora tengo que comer en los comedores de las residencias universitarias como lo hice cuando era un estudiante de primer y segundo año. Sin embargo, las cosas más importantes todavía son las mismas: mis amigos están tan felices para reunirse conmigo como estaban en marzo, y otro aspecto positivo es que he tenido más tiempo que nunca para explorar el campus y apreciar la arquitectura mística. Si el privilegio de pasar los últimos meses en el campus exige que mis amigos y yo tengamos que separarnos un poco durante nuestros paseos, no tendré ningún problema con este sacrificio.

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Un muñeco de nieve

Naomi

Desde ese día cuando tuve que partir del campus, he estado deseando volver. En noviembre, descubrí que mi sueño ahora sería posible. Primero consulté con mis doctores porque tengo condiciones médicas subyacentes que me podrían hacer aún más vulnerable al virus. Nos sentimos más cómodos con mi regreso por causa del plan de Princeton que fue increíblemente minucioso. El plan para combatir la propagación del virus incluye un periodo de cuarentena estricto y que todos los estudiantes se prueben para el virus dos veces por semana. 

Al recibir la aprobación médica, la decisión fue fácil. Yo quería volver a los dormitorios maravillosos de Butler donde tendría más privacidad e independencia. Quería la libertad de tomar ventaja de las bibliotecas hermosas y los lugares para estudiar donde podría ser más productiva en vez del escritorio de mi cuarto de infancia. Además de todo eso, yo quería poder ver a mis amigos de nuevo, en persona en vez de dentro una cajita en la pantalla de mi computador. Ahora, ha sido una semana desde que llegué al campus y me siento más feliz que lo que he sentido en un tiempo largo ya que estoy de regreso en Princeton, mi verdadero “hogar.”

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Los estudiantes en una cola para recibir un análisis de COVID

Rob

Para el semestre de primavera, decidí rentar un apartamento a distancia cerca del campus. Yo ya he vivido fuera del campus y disfruto de cocinar por mí mismo, así que yo escogí no quedarme dentro los dormitorios. Yo recomiendo vivir fuera de campus a los que quieren experimentar siendo independientes, pero también quieren estar cerca del campus y la comunidad de Princeton. Yo estaré viviendo con un amigo y ¡estoy emocionado por hornear juntos y ordenar comida de nuestros restaurantes favoritos de la calle de Nassau!

Como un estudiante internacional, quedarse en casa no es ideal por causa de la diferencia de tiempo y porque yo prefiero estar en un ambiente productivo, como el que proviene Princeton. Viniendo a Princeton por mi último semestre es una oportunidad para reconectar con mis amigos antes de que todos nos graduemos y vayamos a vivir en lugares por todo el mundo. Adicionalmente, yo podré continuar trabajando en la biblioteca de Marquand como gerente de los estudiantes que trabajan en la oficina de acogida y espero poder tomar una clase en persona.

Traduccido por/Translated by Kevin Yeung '23 y/and Kathy Palomino

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Un día en la vida de un estudiante universitario de Zoom


Este semestre estoy tomando cuatro clases en vivo a través de Zoom: dos clases de mi departamento, una para mi certificado, y la última para el requisito para graduación de Razonamiento Cuantitativo y Computacional. Normalmente, tomo dos clases por día, empiezo a las once de la mañana y termino a las tres de la tarde. Como mi concentración es en los Estudios Afroamericanos, una concentración literaria, yo leo muchisimas paginas para mis clases. Prefiero leer a través del día, así que divido las tareas y lo que no alcanzo a leer, no se lee y ya. Yo leo por toda la casa, pero me gusta tomar notas en mi escritorio. Tener un lugar para trabajar y después dejar me ayuda a manejar la cantidad de tarea que tengo. En el campus, tendríamos tiempo para caminar de clase a clase o al cuarto de un amigo para estudiar y charlar. Entonces, me gusta hacer tiempo así en mi horario de zoom.

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Día en la vida de un estudiante universitario de Zoom

En mis clases de 60 a 100 estudiantes, está un poco más difícil para participar así que estoy usualmente más presente con mi mente durante los tiempos en que estamos en grupos pequeños pasando de nuevo por el material de la clase. Es similar a mi experiencia en lecturas grandes cuando estábamos físicamente en campus, pero ver tantas caras a la misma vez en zoom es un poco intimidante. Mis seminarios más pequeños en zoom me dan la oportunidad de hablar más y hacer preguntas durante la clase donde estaría normalmente más dudosa de hablar. Me gusta la manera en que el ambiente virtual permite el espacio para hacer más preguntas con las opciones de hacer chat y levantar la mano. Como resultado de estas opciones, yo pienso que los estudiantes están haciendo más preguntas durante la clase que después, lo cual me ayuda aprender más sobre el material.

La parte más difícil de la experiencia universitaria este semestre ha sido organizar mi horario y mis solicitudes para pasantías mientras que navegue siendo un estudiante universitario inmigrante de primera generación y de bajos recursos económicos. ¡Tengo que hacer tiempo para limpiar la casa y lavar los trastes! Yo cocino, a veces durante las clases, porque no puedo ser solamente un estudiante en casa.  Tengo que hacerme responsable como una mujer joven en un hogar de inmigrantes porque decido alivianar el trabajo a mi mama, pero es también porque es lo que es esperado de mi en mi cultura. Estar en campus me quita esa presión a veces, pero estar en casa y navegar todas estas partes de mi vida ha sido muy agotador.

Yo he tenido mucho por lo cual preocuparme, pero estoy echándole todo mi esfuerzo para estar presente mentalmente cuando puedo y decir cuando no puedo también. Yo pido extensiones, no tomo parte de clases cuando me siento exhausta, y me duermo temprano. El decir no es una forma de priorizar tu salud mental en este mundo colegial. Sé caritativo contigo mismo. Permite que todo tu ser tome espacio porque la suma de quién eres tomará espacio en cualquier institución que escojas.

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Translated by/Traduccido por Kathy Palomino


Una Carta para Mi en el Primer Año


Querido yo-del-primer-año,

Estos próximos cuatro años serán algunos de los mejores años de tu vida -- tomarás cursos enseñados por profesores reconocidos por todo el mundo, crearás amistades de por vida, y viajarás por el mundo. Te enfrentarás a varios obstáculos y retos, pero aprenderás de estas experiencias y te harán más fuerte y sabio. Yo sé que estás preocupado por poder encontrar tu lugar en la comunidad y encontrar éxito en tus estudios, pero quédate tranquilo que encontrarás tu ritmo. 

Aquí he escrito algunas de las lecciones más importantes que te ayudarán en tu tiempo en Princeton:

Acepta el fracaso

Pronto aprenderás que el fracaso es inevitable. Te enfrentarás al rechazo de programas de pasantía a los que aplicas, cuando no recibas las notas que esperabas, y cuando intentes compararte con otros. Recuerda que cada vez que tu fallas, sales siendo una persona más fuerte. No dejes que el fracaso te desanime de intentar cosas nuevas en Princeton y de hacer nuevos amigos.

Vive en el momento

Aunque sabemos que te importan tus estudios y pones todo tu esfuerzo, hay recuerdos de por vida para hacer en Princeton. Sal con tus amigos en vez de quedarte solo trabajando en una tarea, ve a Nueva York por el fin de semana, y, lo más importante, diviértete! Recuerda que está bien divertirse de vez en cuando y disfrutar la compañía de tus amigos. Cuando recuerdes tu tiempo en el colegio, las experiencias que tú más apreciarás serán las en que tú viviste en el momento.

Sé abierto al cambio

Está bien si quieres cambiar tu concentración o si quieres salir de una clase que pensaste que te gustaría. Yo sé que tú estás acostumbrado a seguir un camino rígido en la preparatoria, pero esto no será el caso en el colegio. Tu tiempo en Princeton será uno de autodescubrimiento y aventura: persigue tus verdaderas pasiones y encontrarás donde perteneces. Cambios inesperados te harán reflexionar en lo que es lo más importante para ti. 

Disfruta de estos cuatro años porque el tiempo volará. 

Cordialmente,

Tú-del-cuarto-año

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Translated by/Traduccido por Kathy Palomino


El invierno en la ciudad de Princeton


Mientras que la universidad de Princeton se prepara para darles la bienvenida a los estudiantes que van a regresar para el semestre de primavera, anticipamos unas preguntas sobre lo que un estudiante debe traer al campus y cómo se alista para un semestre nuevo. Sea un estudiante de primer año listo para la primera experiencia de la “burbuja naranja” o un estudiante potencial quien quiera conocer a Princeton mejor, espero que este blog resuelva algunas preguntas sobre el invierno en Princeton.

Aunque soy de Colorado, un estado conocido por sus inviernos, soy del sur, que está caracterizado por su clima desértico en vez del terreno montañoso. Sin embargo, estoy acostumbrada a una mezcla de temperaturas altas y bajas (esperamos la nieve ocasionada) cada invierno desde el mes de octubre hasta febrero. Por eso, me sorprendió el frío constante durante el invierno en Princeton. Para ser honesto, a veces los días eran más cálidos, pero todavía era muy distinto a los días soleados con temperaturas de catorce grados centígrados que teníamos en Colorado.

Bueno, ¿cómo es el invierno en el estado de Nueva Jersey? Pues, es frío. Usualmente las temperaturas están por debajo de diez grados centígrados y el cielo está nublado. Hay una probabilidad de lluvia y nieve, pero las tormentas de invierno son raras. Será más posible que necesites ropa de lluvia más que de nieve.

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La vista desde el edificio de New South durante un día invernal

Te sugiero que compres un abrigo de invierno que llega hasta las rodillas. En Colorado, tenía un abrigo que es muy similar a una chaqueta tradicional. Entendí el valor de un abrigo más largo solo cuando pasé una semana en la ciudad de Chicago en marzo. Esta compra es sumamente importante.

También quisieras un par de zapatos impermeables para la lluvia y la nieve. Además de unas botas de montaña impermeables que llevo cuando hay lluvia en lugar de las zapatillas, también tengo unas botas de goma (¡tienen destellos!) que llevo con los calcetines gruesos para otras ocasiones. Nada es peor que caminar en los calcetines mojados debido a los zapatos empapados.

Por supuesto, quisieras muchas chaquetas y capuchas para mantenerse caliente. Afortunadamente, los colegios residenciales a menudo les regalan las chaquetas a los estudiantes, ¡y siempre puedes recoger una capucha de Princeton en la tienda universitaria! Ten cuidado y mantente caliente.

Traduccido por/Translated by Kevin Yeung '23


Los Mejores Lugares para Estudiar en la Universidad


Después de casi nueve meses de hacer todo mi trabajo de escuela en mi cuarto o en el sótano de mi casa, extraño trabajar dentro de los cafés, los comederos, y, más que nada, dentro de las bibliotecas. Las bibliotecas de Princeton son algunas de las partes más estupendas de la universidad así que es obvio que las extrañaria.

La biblioteca de Firestone es probablemente la más conocida de todas las bibliotecas de la universidad. Es enorme, con tres niveles encima del primer piso y tres pisos subterráneos. Está llena de salones de conferencias, escritorios individuales, sofás, y, por supuesto, libros. Los estudiantes de Princeton vienen aquí todo el tiempo para estudiar. Si me pudiera levantar lo suficientemente temprano el fin de semana y tuviera mucho para estudiar, tomaría un salón de conferencias del cuarto piso, y mis amigos y yo estaríamos estudiando juntos. Si tenía una tarea que requeriría mi concentración, agregaría un escritorio desocupado en cualquier piso. Si tuviera una hora antes de mi clase y ocupara un poco de reposo, me pondría mis audífonos y tomaría una siesta en los sofás del segundo piso (oigan, no me juzguen). 

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La Biblioteca de Firestone

Muchas personas aman la biblioteca de arquitectura por su ubicación en el centro de la universidad, sus ventanas grandes, y por estar casi vacía. En un escritorio acarreado a la ventana, yo estuve varias noches escribiendo redacciones y mirando a la gente pasar cuando mis ojos ya no podían mirar a la pantalla de mi computadora. Cuando empezara a oscurecer, yo iría para el Café Murray-Dodge para recoger una galleta recién hecha antes de regresar para mi dormitorio por la noche.

Los estudiantes se burlan de un número de lugares que son para “estudiar” pero en realidad solo son frecuentados para charlar con los amigos. El nivel del suelo en el edificio de Frist es uno de esos lugares y parece que la entera población estudiantil pasa por ahí dos veces por dia. Otro lugar así es la biblioteca de Julien Street que también es nombrada “J Street,” y está ubicada un nivel arriba del comedero de Wilcox. De alguna manera, al momento que te sientas y abres tu computadora, te encuentras a un amigo con quien no has hablado en semanas y se detiene para decir hola.

Aun así, mi lugar favorito para estudiar en Princeton tendría que ser East Pyne. Mis estudios se concentran en los lenguajes y estudios eslavos, y mi departamento igual al que muchos de mis cursos toman lugar en ese edificio. Otros departamentos que también utilizan el edificio son los de Literatura Clásica, Literatura Comparativa, Alemán, Estudios del Renacimiento y principios de la edad moderna, Francés y Italiano, y Español y Portugues. Durante el tiempo entre mis clases, suelo visitar la biblioteca de East Pyne, uno de los lugares más hermosos en la universidad, para estudiar. Fue uno de los primeros lugares que vi cuando visité la universidad por primera vez, y creo que mi asombro por el edificio al pasar nunca bastará. East Pyne me recuerda de cuánta suerte tengo y que tan asombrosa es la escuela que yo atiendo. 

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East Pyne

No puedo esperar para la siguiente vez que pueda colocar mi computadora y mochila al lado de una de las vidrieras de East Pyne. Hasta entonces, me conformaré con la ventana regular de mi cuarto.

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Translated by/Traduccido por Kathy Palomino