Mis crónicas de tener una lesión en el campus


Cuando era pequeña, tenía miedo de bajar por el tobogán en el parque, así que pensarías que cuando me convertí en un “volador” (la chica encima de la pirámide humana) en Princeton Cheerleading, me daría miedo. Pero eso no fue lo que pasó. Claro, estaba nerviosa, pero quería hacer las acrobacias. Quería subir una y otra vez para poder perfeccionar nuestras habilidades como grupo de especialistas y como equipo. Sin embargo, en un deporte en el que estás lanzando gente al aire, es probable que haya accidentes, y un día en el campo de fútbol, ​​tuve el mío. Me caí hacia adelante, lo cual nunca es una buena manera de caer porque es casi imposible que alguien te agarre. Aterricé en e tobillo, y la semana siguiente descubrí que estaba fracturado.

Image
Princeton Cheer haciendo la pirámide humana en un partido de fútbol americano

En mi primer día de regreso al campus después de mi lesión, tenía muchos miedos. ¿Cómo iría de Forbes, el colegio residencial más alejado del campus superior, a mis clases con muletas? ¿Cómo conseguiré mi comida en el comedor si no puedo sostener un plato con mis muletas? ¿Cómo encontraré el tiempo para poner hielo en mi tobillo seis veces al día, como me indicó el médico? Estas preguntas nadaron en mi cabeza mientras caminaba hacia la clase de español. Admito que el primer día fue duro. Terminé encontrando mis propios medios para el transporte por el campus, me quedé en mi habitación cuando pude y tuve que parar la práctica de animadores.

Todo esto fue antes de que me diera cuenta del apoyo que la comunidad de Princeton realmente me dio y cuántos recursos estaban disponibles para mí. Conocí a alguien en el ascensor que también tenía muletas, y él me enseñó cómo usar Tiger Transit, el sistema de transporte de Princeton. McCosh Health Center también me pudo proporcionar un scooter eléctrico. El scooter fue asombroso; tenía un lugar para guardar mis muletas, una canasta en la parte delantera y trasera para mi mochila y fue decentemente rápido. ¡Casi no quería renunciarlo una vez que el tobillo se curó! Por último, no importa a cuál comedor fui; el personal de cada comedor siempre se ofreció a ayudarme a conseguir mi comida o llevar mi plato a la mesa.

Mi equipo de animadores fue especialmente solidario; todavía me incluían en sus actividades, prácticas y funciones. Mi preparatoria no tenía un equipo de animadores, pero pude probar el deporte en Princeton. Ahora, en mi segundo año con el equipo, estoy muy agradecida de que Princeton te permita perseguir tus intereses, pero también probar cosas nuevas en el campus. Durante mi lesión, me di cuenta de lo que significa pertenecer a un equipo dentro y fuera del campo.

Image
Princeton Cheer tomando una foto después de un partido de fútbol americano

Finalmente estoy de vuelta en mis zapatillas. Aunque al principio fue difícil, estoy agradecida por esta experiencia porque me hizo sentir muy orgullosa de ser parte de una comunidad tan amable, considerada y genuina. También sé dónde están todos los ascensores en el campus, y tengo toneladas de nuevas rutas para recorrer que no incluyen escaleras. Es increíble que Princeton, una universidad que se fundó en el siglo XVIII, sea muy accesible. Estoy emocionada de volver a la cancha una vez que esté completamente curada.

View post in English

Traduccido por/Translated by Andrea Reino '20


Siendo independiente en Princeton


Una parte icónica de la experiencia de Princeton es el club de comida (“eating club”), o mejor dicho, 11 clubes de comida. Por lo general, si alguien fuera de la Burbuja Naranja (“Orange Bubble”) me preguntara sobre Princeton, mencionaría un club de comida. Sin embargo, lo que muchas personas tienden a olvidar es que existen otros sistemas para que los estudiantes puedan comer: permanecer en el plan del comedor, unirse a una cooperativa, o ser independiente (el sistema que estoy usando yo). Elegir la opción de ser independiente en Princeton significa que tienes la capacidad de preparar tus propias comidas. Esto significa que puedes cocinar por tu cuenta o comer en restaurantes locales.

Antes de comenzar mi tercer año en Princeton, estuve nerviosa por ser independiente. Nunca tuve que cocinar para mí misma, y no sabía si estuve lista para este gran paso. Mi herma a se burló de mí y dijo que me moriría de hambre. Sin embargo, empaqué el coche con el mínimo de utensilios de cocina que pensé que necesitaría; sabía que usaría una cocina común, así que no pude traer todo lo que estaba usando en casa.

Mis padres me llevaron al supermercado el día de la mudanza, y compré comida para la semana. Muy rápidamente, me di cuenta de que iba a tener dificultades; ¡Nunca había estado sola en el supermercado, y ahora tuve que convertirme en el famoso chef Rachael Ray en una sola noche! En ese momento, supe que tendría que aprender, y rápido. Aquí hay algunas cosas que he encontrado útiles durante mi breve tiempo como estudiante independiente hasta ahora:

  1. Si tienes un amigo con un coche en el campus, ve si te llevará al supermercado. Si no...
  2. El Weekend Shopper, un servicio de transporte del campus que funciona todos los sábados y domingos, te lleva a una variedad de lugares, incluyendo a Whole Foods, Wegmans, Walmart y Trader Joe's. ¡Es gratis y fácil de navegar!
  3. Únete a la lista de comida gratis (“free food listserv”). Princeton tiene comida gratis en todas partes, todos los días. ¡A veces incluso puedes encontrar comidas completas a través de la lista! Otras veces, puedes encontrar unas cosas pequeñas pero buenas. De cualquier manera, ¡definitivamente es algo para usar!
  4. Los estudiantes independientes reciben dos pases de comida para el comedor cada semana, ¡así que utilízalos!
  5. Hay algunas opciones rápidas y relativamente asequibles en la calle Nassau si desea darse un capricho (es decir, Tacoria, Jammin' Crepes, Olives, Panera, Qdoba y más). Debes usar esta opción con moderación; ¡los costos se suman!
  6. Si tienes amigos en clubes de comida, ¡ellos reciben algunos pases de invitados por semestre!

¡Estoy segura de que voy a aprender más a medida que pasen los días!

View post in English


¿Qué es “Room Draw?”


Una característica única de la vida estudiantil en Princeton es que casi todos los estudiantes de la Universidad viven en el campus durante cuatro años. A diferencia de muchas otras escuelas, aquí no se suele vivir en apartamentos fuera del campus, y el aspecto residencial del campus significa que el sentimiento unido y comunitario de los estudiantes universitarios dura cuatro años y más.

A los estudiantes se les asigna aleatoriamente un dormitorio y compañeros de cuarto en su primer año, y en los años siguientes se les permite elegir a sus compañeros de cuarto y sus habitaciones a través de un proceso un poco complejo conocido por los estudiantes como “sorteo de habitaciones” o "room draw" en inglés. Cada abril, la Oficina de Vivienda de la Universidad pública una lista de horarios de sorteo, que son ponderados por año de graduación y asignados al azar dentro de ellos. En otras palabras (aunque esto está un poco simplificado), los estudiantes de último año escogen sus cuartos antes que los estudiantes de tercer año, pero dentro de cada clase de graduación es imposible predecir cómo se comparará su tiempo de selección con el de un compañero antes de que llegue el momento. Los estudiantes que van para el segundo año pasan por un proceso similar, no dentro de su clase de graduación sino de su colegio residencial.

El sorteo de habitaciones es un momento divertido en el campus: los estudiantes que saben que entrarán juntos a una habitación para el siguiente año escolar recorren el campus y visitan a las habitaciones que les gustarían escoger, explorando el espacio y haciendo preguntas sobre los beneficios y desventajas de esa habitación en particular. Utilizando planos de los dormitorios proporcionados por la Universidad, los estudiantes compilan una lista de sus habitaciones favoritas y cruzan los dedos para que estén disponibles en su día de sorteo.

La gama de dormitorios en Princeton es bastante amplia: varía entre habitaciones individuales hasta una suite para 11 personas (conocida cariñosamente como "el zoológico"). En consecuencia, hay un tamaño de habitación, diseño y ubicación que funciona para casi todos. Una búsqueda rápida en Google de "dormitorio de Princeton" revela algunos de los muchos planos de habitaciones disponibles para estudiantes universitarios. Sientes una mezcla de estrés y euforia mientras miras cómo la lista de habitaciones disponibles se hace más corta hasta que te toca escoger.

Mis amigos en otras universidades siempre me preguntan si me importa vivir en los dormitorios durante los cuatro años, mientras los veo mudarse a apartamentos fuera del campus. Cada vez, respondo definitivamente que no: las habitaciones disponibles para los estudiantes de Princeton suelen ser mejores que el típico dormitorio de primer año, ¡y puedo visitar a cualquier de mis amigos en la universidad a pie en menos de diez minutos!

No importa si su tiempo está al principio o al final de la lista del sorteo de habitaciones. Hay una habitación que llamarás su hogar.

View post in English

Traduccido por/Translated by Andrea Reino '20


Cómo mi pasantía del verano se convirtió en un trabajo para todo el año


Si me hubieras dicho cuando empecé en Princeton que solo un año más tarde iba a ser un contribuidor editorial en una revista, te hubiera dicho: ¡Qué locura! Definitivamente no te hubiera creído porque pensaba que iba a concentrarme en la biología molecular para ser médico. Ahora, aquí estoy, concentrándome en inglés, y recibiendo certificados en español y escritura creativa. Aunque parece ser que hice un cambio dramático, es muy común que estudiantes en Princeton cambien de concentración. No tenemos que declarar nuestra concentración hasta la primavera del segundo año, así que tenemos mucho tiempo para decidir qué es lo que verdaderamente nos gusta aprender. Para mí, encontré mi pasión en el departamento de inglés.

Con respecto a las pasantías, muchos estudiantes están buscando por o asegurando pasantías (u oportunidades de estudiar en el extranjero, ¡que también es muy popular!). Yo no tenía ni idea de cómo empezar. ¿Qué puedo hacer con una licenciatura en inglés? Decidí visitar al Centro de Desarrollo de Carrera de Princeton, donde vi las posibilidades para mi carrera, la mayoría de las cuales no sabía que existían. El Centro casi parece ser mágico⁠: “Consejeros de Carreras Estudiantiles” comparten sus experiencias profesionales, otros adultos con varios títulos también te aconsejan y el Centro ofrece talleres y eventos durante todo el año ⁠— como cómo construir un currículum, cómo navegar LinkedIn, paneles, ferias de empleo, y más. Hay muchas redes para buscar pasantías y conectarte con otras personas en tu campo de interés.

Salí del Centro con una idea clara de las oportunidades para mi pasantía. Después de escribir muchas cartas de presentación, conseguí una pasantía editorial en la Revista Familiar en Nueva York, fundada por el Programa de Periodismo en Princeton. Durante el verano, escribí artículos para la revista, compuse calendarios mensuales para cada región de Manhattan, asistí a eventos de prensa y conocí a personas maravillosas. Algunos de mis eventos de prensa favoritos fueron cuando vi la pre exhibición de El rey león (2019), cuando fui a Dylan’s Candy Bar para ver la colección especial, y cuando aprendí sobre el club de aventura de Nike en la oficina de Nike en Manhattan. También presenté una idea que ahora está incluida en la revista: el Club de Lectura para Padres de las Familias de Nueva York. Tuve la oportunidad de leer libros directamente de la prensa (a menudo copias avanzadas), entrevistar autores y proponer preguntas de discusión para los padres en sus reuniones del club de lectura. Mi profesora de escritura creativa en Princeton, Idra Novey, fue presentada en la primera reunión del club de lectura con su novela, “Those Who Knew.”

Image
Un colaje de revistas en las que trabajé

Al final del verano, no quería marcharme. Por supuesto, estaba muy emocionada de volver a Princeton para mi segundo año, pero iba a extrañar escribir por la revista y ver mis compañeros de trabajo todos los días. Sin embargo, encontré una solución fácil: ¡escritura independiente! Aún escribo para la revista como un contribuidor editorial, que significa que hago básicamente las mismas cosas que hice durante mi pasantía, solamente que los hago fuera de la oficina. Definitivamente es difícil balancear mi trabajo con la revista con mis trabajos y actividades en Princeton, pero vale la pena.

Ahora estoy mucho más segura de que escogeré inglés como mi concentración en la primavera después de haber tenido esta experiencia. Princeton te anima a explorar varias áreas de estudio, perseguir tu pasión, y considerar una amplia gama de oportunidades profesionales. ¡Echa un vistazo a mis artículos en newyorkfamily.com!

View Post in English

Traduccido por/Translated by Andrea Reino '20


Encontrar comunidad a través del fútbol


En el otoño de mi primer año, llevé mi pelota de fútbol a Poe Field una tarde buscando un sitio para practicar. Una amplia explanada de césped que se curva alrededor de una esquina del campus, Poe Field está situada entre las coloridas puertas de Bloomberg Hall de Butler College y las paredes de cristal de Carl Icahn Labs.

Esa tarde, había esperado no más que una práctica solitaria con los postes de portería. Pero asombrosamente, ya había una docena o más de personas en medio de un partido de fútbol. No reconocí ninguno de ellos, pero me arriesgué y les pregunté si podía unirme al juego. En cuestión de minutos, estaba justo en el medio del partido.

Escribir esto provoca otro recuerdo: el primer día de mi tiempo en Princeton, paseé por las suaves colinas frente a Whitman College, donde algunas personas de primer año jugaban un partido de fútbol improvisado con sus zapatos marcando los goles. Hasta el día de hoy, un par de mis calcetines todavía están manchados de verde.

En la preparatoria, nunca había encontrado una comunidad de fútbol. Con la excepción de mi mejor amigo, muy pocas personas estaban tan interesadas en el juego como yo, y cuando se mudó después del segundo año, ya no tenía a nadie con quien hablar sobre una de mis mayores pasiones.

Ahora juego partidos en Poe Field casi todos los sábados. Con algunos amigos que conocí durante estos juegos, también formamos un equipo intramural llamado "Poe Fielders." Cuando hace demasiado frío, entreno con uno de mis mejores amigos en las canchas de squash de Dillon Gym, un lugar improvisado que, sin embargo, hemos encontrado altamente gratificante.

Parece una cosa tan pequeña: las personas que no tratan al fútbol simplemente como un deporte después de la escuela, sino como un estilo de vida; personas con las que puedo ver partidos y jugar videojuegos de FIFA para descansar... El fútbol puede ser grande de dónde vienes, y esto puede parecer poco notable para ti. Pero te garantizo que si tienes una pasión que quieres compartir con quienes te rodean, encontrarás esa comunidad aquí en Princeton. Hay tantos clubes aquí; más que eso, es imposible no encontrar grupos de personas que compartan tus intereses.

Para mí, fue tan simple como pasar por un partido de fútbol, ​​preguntar si podía unirme al juego y tener la pelota a mis pies segundos después.

View Post in English

Traduccido por/Translated by Andrea Reino '20


Aprender a amar los descansos de estudio


Los estudiantes de Princeton disfrutan de bromear sobre el lenguaje único de acrónimos y jerga que hemos desarrollado para comunicar sobre diferentes actividades y aspectos de la vida en el campus. Ya sea que estés conversando sobre tu grupo Zee (grupo asesor), COS (informática) o D3 (el tercer borrador del seminario de escritura de primer año), para cualquier persona nueva en Princeton, todo es bastante confuso.

Cuando comencé a estudiar en Princeton, la idea de “descanso de estudio” me sorprendió inmediatamente. Aunque el nombre se explica por sí mismo, la medida en que los descansos de estudio son una parte tan integral de la cultura de Princeton tomó tiempo para registrarse en la cabeza. Los descansos de estudio están organizados por clubes, grupos e incluso clases. Representan la oportunidad de dejar tu trabajo e ir a comer, hablar con amigos o hacer algo divertido. Tenía mis dudas sobre esta noción de diversión “preorganizada,” aparentemente artificial. Si quisiera un descanso, podría tomar un descanso, ¿verdad? ¿Por qué hacer el esfuerzo de ir a los diferentes descansos de estudio a los que fui invitada cada semana?

Después de ir a mi primer descanso de estudio, cambié de opinión. En una atmósfera en la que todos pueden estar ocupados con trabajo académico y actividades fuera del aula, es genial tener una cultura que enfatice tomar un descanso. Una vez que acepté la idea del descanso de estudio, me sentí abrumada por la gran cantidad de descansos ofrecidos, ¿cómo se suponía que debía elegir? Una vez que llegué a ver descansos de estudio menos como un descanso de estudiar y más como un evento social, me relajé y disfruté de las opciones.

Una semana, ayudé a organizar dos descansos de estudio. Un día, ayudé a organizar un descanso para hacer pizza al horno de leña como miembro de la junta del Centro para la Vida Judía (CJL). Mis responsabilidades en el CJL durante el semestre han consistido en organizar descansos de estudio semanales y ha sido divertido ser creativa acerca de lo que podemos organizar para ayudar a los estudiantes a relajarse y comer deliciosas golosinas. Otros descansos del estudio han incluido hacer sus propios smores, gofres, café elegante y helado.

El otro descanso de estudio que organicé fue uno a través de la organización vegana de la que soy parte. Servimos chocolate caliente vegano, ponche de huevo, muffins, donas y más para ayudar a los estudiantes interesados ​​a aprender sobre deliciosas opciones veganas. Este descanso de estudio fue particularmente agradable ya que me permitió involucrarme con una causa que me interesa y compartir esa pasión con mi comunidad.

En general, estoy agradecida por la cultura única de los descansos de estudio en Princeton y sé que llevaré el espíritu de ellos a donde quiera que vaya cuando me gradúe.

View Post in English

Traduccido por/Translated by Andrea Reino '20


La fecha límite ha pasado ... ¿Y ahora qué?


Es posterior al 1 de enero y (¡ojalá!) usted ha enviado las partes de su solicitud ... eso incluye cualquier plataforma de aplicación que elija usar y las preguntas necesarias, así como sus ensayos. Debe tener en cuenta que la mayoría de las universidades aceptarán las piezas “externas” de su solicitud (recomendaciones de consejeros universitarios y maestros, portafolios de arte, informes de entrevistas) después de la fecha límite, siempre que haya creado una solicitud dentro del plazo. Por lo tanto, no hay necesidad de preocuparse si esa recomendación del maestro no llegó el 1 de enero.

Y ahora, comienza la espera. Reconocemos que no es fácil para los solicitantes, ya que nos tomamos las próximas semanas para revisar las solicitudes y hacer una decisión. Lleva tiempo, no solo por el volumen de solicitudes que recibimos, sino porque realmente estamos dando los pasos necesarios para conocerle a través de lo que ha escrito, lo que nos ha dicho es importante para usted dentro y fuera del aula, y lo que las personas a las que les ha pedido que escriban cartas tienen que decir sobre usted. A través de este proceso holístico, queremos saber qué tipo de estudiante y qué tipo de miembro de la comunidad será. Consideramos todos esos factores a medida que construimos una comunidad intencional para el campus.

¡Me doy cuenta de que esto no facilita la espera! Pero, hay algunas cosas que sugiero que haga durante este período:

  1. Disfrute de su último año de secundaria: es el único que obtendrá. Es probable que el otoño haya sido un poco estresante para hacer sus solicitudes, pero aún tiene la primavera para disfrutar de las amistades y actividades que solo vienen con ser un estudiante de cuarto año.
  2. Junto con lo anterior, mantenga la cabeza en sus estudios. Lo sé, ¡parece un poco contradictorio! Pero las universidades quieren ver que mantenga las buenas calificaciones que presentó cuando aplicó durante todo el último año.
  3. Siga participando en sus actividades fuera de clase. Aunque las universidades no verificarán esto, las formas en que elige pasar su tiempo son parte de lo que le convierte en quién es.
  4. Finalmente⁠—y éste es probablemente el más difícil de todos⁠—déjelo pasar. El proceso ahora está fuera de su alcance y ha hecho todo lo que puede hacer. Intente no preocuparse por el resultado. Sepa que la decisión, sin importar cuál sea, habrá sido cuidadosamente considerada por la oficina de admisión. Espero que sepa que terminará en un campus que sea adecuado para usted.

En este período de espera, le deseo lo mejor. Esperamos volver a contactarle pronto.

View post in English


Hablemos del dinero: Francia y las finanzas


Al comienzo de mi primer año en Princeton, me dije que iba a pasar un semestre estudiando en Francia. ¿Cómo? No tenía ni idea. Solo apuntaba a la luna y esperaba aterrizar entre las estrellas. Sabía que Princeton ofrecía programas de verano en el extranjero. No sabía cómo yo, un estudiante universitario de bajos ingresos y primera generación, iría a Francia. Nunca había estado en Europa, aunque mi decoración de pared que dice “Llévame a París” y mi manta con la Torre Eiffel podrían haber sugerido lo contrario. Sabemos cómo termina esta historia, porque, bueno, estoy escribiendo este blog. Ésta no es una historia de “fui a Francia y me tomé una foto con la Torre Eiffel.” Déjame contarte cómo un estudiante de bajos ingresos llegó a Francia. La experiencia no tuvo precio, pero seamos realistas, el billete de avión sí lo tuvo. Hablemos del dinero.

Después de tomar mi último curso de francés de nivel introductorio, fui elegible para solicitar un programa de estudio en el extranjero de Princeton en Francia en Aix-en-Provence. Este programa ofreció cuatro semanas de inmersión lingüística. Casi al mismo tiempo, también solicité una pasantía en París a través de los Programas Internacionales de Pasantías (PII). Ese programa está abierto a todos los estudiantes sin un requisito previo de clase particular.

Ahora, el dinero. Solicité fondos para mi viaje a Aix-en-Provence a través del Motor de Financiación de Actividades Estudiantiles (SAFE), la fuente de fondos utilizada en el campus para solicitar subvenciones para la tesis de graduación, investigación independiente, oportunidades de verano o incluso aquellas específicas para diferentes descansos. El precio del programa en el extranjero incluyó la vivienda, la comida y la clase. El billete de avión no se incluyó en ese precio, pero a través de SAFE, los estudiantes pueden solicitar subvenciones que pueden cubrir algunos⁠—o la totalidad⁠—de estos gastos, dependiendo de la subvención. No está de más solicitar un par de becas y esperar lo mejor. Las diferentes subvenciones tienen distintos requisitos posteriores al viaje como guardar recibos, enviar cartas a los donantes o escribir un ensayo de reflexión. Para la pasantía, IIP ofrece su propia ayuda financiera para estudiantes elegibles, por lo que no necesité presentar una solicitud a través de SAFE.

Solicitar fondos en Europa para IIP fue un desafío debido a las tasas de cambio. ¡Asegúrate de consultar la conversión oficial si vas al extranjero! No quería hacer un error haciendo una conversión de uno a uno. La solicitud no fue un proceso largo, pero requirió un desglose de todos los gastos. Normalmente, esto incluye cuánto se espera pagar por la vivienda, los viajes y el transporte. Aunque no fui aceptada por IIP, unas semanas más tarde, fui aceptada en el programa Aix-en-Provence con fondos suficientes para el viaje. Cubrió el precio de la clase y parte de mi transporte.

Mi viaje a Francia me ayudó a desarrollar la capacidad de ocuparme de mis finanzas y ser consciente de mis hábitos de gasto. Exploré un nuevo país mientras me exploraba a mí mismo, mis creencias⁠—valores y morales. También aprendí mucho sobre ser financieramente consciente y aprovechar las oportunidades. Solicitar asistencia financiera para mi viaje a Francia me dio la perspectiva de comprender los gastos necesarios para un viaje al extranjero y la mejor manera de asignar mis fondos.

View post in English


Princeton con una discapacidad


Usar una silla de ruedas en un campus que es tan antiguo como Princeton crea situaciones únicas que complican y enriquecen mi experiencia en Princeton. La Oficina de Servicios para Discapacitados (ODS) de Princeton me ha ayudado al hacer las adaptaciones apropiadas que promueven la accesibilidad y la inclusión.

A través de la colaboración con ODS y Alojamiento, terminé con mi propia habitación configurada para mí. Mi habitación es grande y hay espacio para mi silla de ruedas, una silla de ruedas eléctrica de reserva y una silla de ruedas manual. ¡Incluso tengo mi propio baño que es casi del mismo tamaño que la otra parte de mi habitación! El baño tiene barras de apoyo al lado del inodoro y un banco de ducha plegable. ODS también me dio un control remoto que abre automáticamente mi puerta. A veces no les digo a mis amigos que lo tengo, y piensan que mi puerta se abre por arte de magia.

Aunque mi habitación es perfecta, el resto del campus presenta algunos desafíos. Hay algunas partes del campus que no son accesibles para sillas de ruedas, como los dormitorios de mis amigos con múltiples tramos de escaleras y sin ascensor. Con el tiempo, tuve que familiarizarme con las mejores rutas por el campus para evitar las escaleras. Sin embargo, Princeton me ha ayudado a sortear muchas de estas barreras. Si una clase se encuentra en un edificio no accesible, toda la clase se trasladará solo para mí. ODS tiene un mapa gigante para estudiantes con discapacidades físicas donde pueden dibujar los caminos que toman para llegar a clase, y ODS se asegurará de que estos caminos se despejen primero cuando nieva. Todos los autobuses están equipados con elevadores para sillas de ruedas, pero el campus es lo suficientemente pequeño para no tener que tomar los autobuses con tanta frecuencia.

Image
Naomi in front of metal tiger statue

Principalmente recibo adaptaciones físicas como las descritas anteriormente, pero ODS proporciona servicios a estudiantes con una amplia variedad de discapacidades. Además de las adaptaciones, ODS también promueve una comunidad para estudiantes con discapacidades a través del AccessAbility Center o “El Centro,” un “espacio de reunión de estudiantes en el campus diseñado para el acceso universal y destinado a fomentar la conversación sobre la capacidad, el acceso y la diferencia,” según su página web. El Centro tiene escritorios de altura ajustable, equipo ergonómico de computadora, una caja de luz para el trastorno afectivo estacional y otras cosas interesantes. El Centro también lleva a cabo varios eventos durante todo el año, como descansos de estudio con perros de terapia, conversaciones durante el almuerzo, y masajes. Es realmente un lugar donde los estudiantes de todas las habilidades son bienvenidos.

Animo a los futuros estudiantes con discapacidades a ponerse en contacto con ODS. Me reuní con ellos antes de comprometerme con Princeton, e instantáneamente supe después de la reunión que mis necesidades podían ser satisfechas.

View post in English


La comunidad Latinx en Princeton


Cuando llegué por primera vez al campus, estaba nervioso. Solo había otro estudiante de Honduras, y tenía miedo de no adaptarme a la cultura estadounidense. Afortunadamente, durante la orientación, fui a uno de los eventos organizados por Princeton Latinos y Amigos. Me sorprendió lo acogedora que era la comunidad Latinx.

En mi preparatoria, todos eran hondureños, pero aquí tuve que aprender a hablar inglés todo el día. Con los amigos que hice en el campus pude decirles por qué Honduras es un país increíble. Les dije cuánto extrañaba la deliciosa comida, la buena gente y la música catracha.

Cada vez que asistí a un evento de Princeton Latinos y Amigas, me sentí como si estuviera en casa. Es por esto que decidí ser parte de la junta directiva de la organización. Como miembro de la junta directiva, ayudo a organizar eventos como Latinx Heritage Month, Posadas y la Gala de Otoño. Hay muchas nacionalidades representadas en el consejo, y al final del dia nos unimos por la comida y la música hispana. Ellos se han convertido en mi segunda familia, especialmente los estudiantes mayores que comparten consejos sobre cómo navegar la vida académica en Princeton. Son personas con las que puedo contar y abordar cualquier pregunta o inquietud. Los admiro mucho. 

Estoy muy agradecido a la comunidad Latinx por hacerme sentir que pertenezco. Hay varias organizaciones como Princeton Latinos y Amigos que celebran diferentes etnias, como Black Student Union y Chinese Students Association. Mi mensaje a futuros estudiantes es que, no importa su raza ni nacionalidad, encontrarán un hogar en Princeton.

View the post in English.