Soy estadounidense de primera generación y estudiante universitario de primera generación. Llegar a la universidad no fue un proceso fácil; aunque mis padres me ofrecieron su apoyo incondicional, no pudieron aconsejarme. Todos los padres de mis amigos habían ido a la universidad y, por lo tanto, pudieron darles a sus hijos cuentas detalladas de cómo era, haciendo la transición a sus nuevas vidas más fácil. Comencé a notar que mis amigos se alejaban de mí mientras se adaptaban más rápido a la atmósfera de la universidad; mientras tanto, me encontré incapaz de ser tan independiente como todos los demás. No me había dado cuenta de que crecer solo con mi hermana y mis padres en los Estados Unidos me había hecho increíblemente dependiente de ellos.
Estoy segura de que cada estudiante de primera generación tiene una experiencia única; puedo contaros un poco sobre la mía. Las primeras experiencias en la universidad pueden ser sorprendentes para la mayoría de las personas, y son aún más sorprendentes si no se está preparado o si se está solo. Una de las partes más interesantes de ser un estudiante universitario de primera generación es que mis padres están conmigo durante toda la experiencia, pero desde una perspectiva diferente. Les fascina todo lo que tiene que ver con el sistema universitario estadounidense, porque nunca lo han experimentado ellos mismos; así que están completamente invertidos en mi experiencia.
Como mis padres no pueden darme consejos basados en sus experiencias, estaba un poco preocupada en mi primer año porque pensaba que tendría demasiadas desventajas. Afortunadamente, ¡descubrí que Princeton tiene muchos recursos para estudiantes como yo! Me uní al programa llamado “Scholars Institute Fellows Program (SIFP),” que me proporcionaba un grupo de tutoría semanal para reflexionar sobre mi vida como estudiante de primera generación en Princeton. Gracias a esto, obtuve acceso a maravillosos estudiantes y profesores que me han abierto muchas puertas que ni siquiera hubiera sabido que existían.
Mi primer año con SIFP fue tan valioso que decidí unirme al Programa de Mentoría de la Universidad de Princeton (PUMP). Solo que esta vez soy el mentor, no el alumno. Ha sido un programa increíble hasta ahora, y me ha permitido conocer a otros estudiantes de primera generación y / o de bajos ingresos y echarles una mano.
Written and translated by Andrea Reino '20