Nota del editor: La universidad de Princeton les invitó a los estudiantes al campus para el semestre primaveral en el año 2021 bajo un modelo híbrido que cumple con las obligaciones del CDC y el consejo del departamento de salud de Nueva Jersey por igual. En este blog, nuestros escritores reflexionan sobre sus decisiones con respecto al regresar al campus.
Grady
Como un estudiante de primer año, tenía que considerar los pros y los contras de regresar al campus. Pasé el primer semestre en Chicago con unos compañeros, y aunque lo disfruté, no era lo mismo que un semestre normal. Casi nunca pasaba el tiempo con otros estudiantes, salvo mis compañeros de cuarto; no parecía como un miembro de una comunidad universitaria. A menudo me sentía aislado del resto de Princeton. Esa fue la razón principal por la que vine al campus. Aunque los requisitos de distanciamiento social han limitado mis interacciones con los demás, hay algunas cosas que puedo hacer -- ir a la biblioteca, vivir en una residencia con otros estudiantes de primer año, conocer el campus que será mi hogar por los próximos tres y medio años -- que no podría replicar en la casa.
Por supuesto, no significa que la decisión fue fácil. Reconozco que el ámbito social no será lo mismo durante un año poco convencional y que me sentirá aislado en mi dormitorio. Sin embargo, por último, decidí ir al campus para percibir el sentimiento de pertenencia. No quería ser cualquier estudiante que tomaba sus clases en Princeton sino un estudiante de Princeton verdadero.
Mallory
Cuando Princeton anunció en noviembre que el universitario invitaría a todos los estudiantes al campus, supe que regresará sin ninguna duda. Desde marzo, sumamente echaba de menos la oportunidad para pasar tiempo con mis amigos de Princeton y el privilegio de vivir independientemente. Sería posible que mi razonamiento haya sido diferente, o sea, más complicado, si fuera en las etapas iniciales de mi educación universitaria. Pero ya que soy un estudiante de cuarto año, sé que atesoraría mi último semestre si estuviera físicamente en la universidad.
Antes de llegar, yo sé que el campus sería muy diferente. Como un estudiante de cuarto año, finalmente consiguió un dormitorio grande y bello a través del proceso de la asignación de habitaciones, pero no puedo compartir el espacio con otros compañeros con la libertad que apreciaba en los años anteriores. Los once clubes de comidas hicieron la decisión de cerrar por la duración de este semestre, así que ahora tengo que comer en los comedores de las residencias universitarias como lo hice cuando era un estudiante de primer y segundo año. Sin embargo, las cosas más importantes todavía son las mismas: mis amigos están tan felices para reunirse conmigo como estaban en marzo, y otro aspecto positivo es que he tenido más tiempo que nunca para explorar el campus y apreciar la arquitectura mística. Si el privilegio de pasar los últimos meses en el campus exige que mis amigos y yo tengamos que separarnos un poco durante nuestros paseos, no tendré ningún problema con este sacrificio.
Naomi
Desde ese día cuando tuve que partir del campus, he estado deseando volver. En noviembre, descubrí que mi sueño ahora sería posible. Primero consulté con mis doctores porque tengo condiciones médicas subyacentes que me podrían hacer aún más vulnerable al virus. Nos sentimos más cómodos con mi regreso por causa del plan de Princeton que fue increíblemente minucioso. El plan para combatir la propagación del virus incluye un periodo de cuarentena estricto y que todos los estudiantes se prueben para el virus dos veces por semana.
Al recibir la aprobación médica, la decisión fue fácil. Yo quería volver a los dormitorios maravillosos de Butler donde tendría más privacidad e independencia. Quería la libertad de tomar ventaja de las bibliotecas hermosas y los lugares para estudiar donde podría ser más productiva en vez del escritorio de mi cuarto de infancia. Además de todo eso, yo quería poder ver a mis amigos de nuevo, en persona en vez de dentro una cajita en la pantalla de mi computador. Ahora, ha sido una semana desde que llegué al campus y me siento más feliz que lo que he sentido en un tiempo largo ya que estoy de regreso en Princeton, mi verdadero “hogar.”
Rob
Para el semestre de primavera, decidí rentar un apartamento a distancia cerca del campus. Yo ya he vivido fuera del campus y disfruto de cocinar por mí mismo, así que yo escogí no quedarme dentro los dormitorios. Yo recomiendo vivir fuera de campus a los que quieren experimentar siendo independientes, pero también quieren estar cerca del campus y la comunidad de Princeton. Yo estaré viviendo con un amigo y ¡estoy emocionado por hornear juntos y ordenar comida de nuestros restaurantes favoritos de la calle de Nassau!
Como un estudiante internacional, quedarse en casa no es ideal por causa de la diferencia de tiempo y porque yo prefiero estar en un ambiente productivo, como el que proviene Princeton. Viniendo a Princeton por mi último semestre es una oportunidad para reconectar con mis amigos antes de que todos nos graduemos y vayamos a vivir en lugares por todo el mundo. Adicionalmente, yo podré continuar trabajando en la biblioteca de Marquand como gerente de los estudiantes que trabajan en la oficina de acogida y espero poder tomar una clase en persona.
Traduccido por/Translated by Kevin Yeung '23 y/and Kathy Palomino